Trianorte Buenos Aires: Entrenamiento integral de triatlón
 

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La hidratación en verano

La importancia de la bebida en la práctica del ciclismo estival.

Nos encontramos en un momento de la temporada en que la hidratación tiene una vital importancia. El calor y la humedad son los peores enemigos que tenemos, y si se juntan ambos factores mucho peor! También juega un papel importante la duración de la prueba/entrenamiento; a mayor duración, mayor riesgo de deshidratación.

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Y es que el rendimiento baja considerablemente debido a la pérdida de agua y sales minerales. Para que te hagas una idea, la pérdida aproximada de un litro de agua, provocará un aumento de 8 pulsaciones por minuto y un aumento de temperatura corporal de 0,3 grados.

Nuestra alimentación cotidiana juega un papel importante, porque un consumo adecuado de determinados alimentos, nos van a aportar micronutrientes, como son los minerales, que van a jugar un papel importantísimo en las contracciones musculares y en mantener un equilibrio del agua corporal (se conoce como osmosis).

El 60% del cuerpo humano es agua y en el músculo llega al 70%. Las 2/3 partes de esa agua, se encuentra dentro de las células y el potasio es el que tiene mayor presencia y un 1/3 del agua se encuentra fuera de las células, donde el sodio es el protagonista. El mantener estables los valores de esos electrolitos y el intentar reponer el agua que perdemos con el sudor, evitará los dos tipos de deshidratación que podemos sufrir:

Hipertónica: el agua pasa de la célula al exterior debido a un exceso de sudoración o por no beber agua.

Hipotónica: el agua pasa del exterior de la celula al interior de la misma. La causa es un excesivo consumo de agua, acompañado de un exceso de sudoración y pérdida de sodio. Es lo que se conoce como hiponatremia o intoxicación por agua.

En la dieta nos interesa consumir cereales integrales, legumbres y verduras ya que contienen cantidades importantes de sodio y potasio, y magnesio que es el que regula el potasio. Hay una serie de factores que pueden ralentizar o entorpecer una correcta hidratación, como son los siguientes:

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• La temperatura a la que se encuentra la bebida. La temperatura idónea está comprendida entre 12º y 15º. La bebida debe abandonar lo antes posible el estómago (se le conoce como vaciado gástrico), para que llegue al intestino que es por donde se absorbe el líquido. Un vaciado gástrico lento puede favorecer la deshidratación, causar calambres abdominales y provocar diarrea.

• El consumo de oxígeno. Según estamos acercándonos al 85% de la frecuencia cardiaca máxima, se va ralentizando el vaciado gástrico y por lo tanto se retrasa la hidratación. El aportar a la bebida una concentración de hidratos de carbono, entre el 4% y 6%, va a facilitar un rápido vaciado gástrico. Pero de todos los carbohidratos, el que más nos interesa es la maltodextrina, ya que su absorción es mejor que la de la glucosa o fructosa.

• Cantidad de líquido ingerido. Los últimos estudios han llegado a la conclusión que la cantidad más aproximada a beber son 300 ml. Con dicha cantidad se produce un vaciado gástrico más rápido.

Agua y Bebidas Isotónicas

El agua es el componente más abundante de nuestro organismo. Podemos pasar varias semanas sin comer, pero solo unos pocos días sin beber. Por lo que es esencial para la vida!

Las recomendaciones clásicas de hidratación aconsejan beber entre 1,5 y 2 litros al día. En este caso, más no es mejor, así que no te obsesiones con sobrepasar esta cantidad. Además, debes tener en cuenta que el agua también está presente en los alimentos, especialmente en los de origen vegetal, como las frutas y las verduras. Una dieta rica en estos alimentos te ayudará a estar bien hidratado sobre todo si no estás acostumbrado a beber líquidos.

El agua está implicada de forma directa en diferentes funciones:
• Refrigeración.
• Termorregulación.
• Transporte de nutrientes a las células musculares.
• Eliminación de sustancias de deshecho.
• Lubricación de articulaciones.
• Regulación de electrolitos en sangre.

Bebidas isotónicas:

Estas bebidas presentan una composición específica para conseguir una rápida absorción de agua, electrolitos y prevenir la fatiga durante el ejercicio y cumplen tres objetivos fundamentales:

1. Aportar hidratos de carbono para retrasar el agotamiento de los depósitos de glucógeno.
2. Reposición de electrolitos. Especialmente sodio.
3. Reposición hídrica para prevenir la deshidratación.

El sodio es el mineral que más se pierde con el sudor. Al añadirlo a las bebidas isotónicas cumple tres funciones:

1. Mejora junto con los hidratos de carbono la absorción de agua.
2. Mantiene las ganas de beber.
3. Favorece la retención de líquidos para prevenir la deshidratación.

 

Hidratate correctamente:

Antes del ejercicio: Bebe unos 400-600ml de agua o una bebida isotónica baja en hidratos de carbono una hora antes de comenzar el ejercicio. Ayudará a tu organismo a mejorar su capacidad de termorregulación y a prevenir lesiones.

Durante el ejercicio: Debes empezar a beber pronto. Hazlo a intervalos regulares para reponer sales y electrolitos. Una bebida isotónica con una concentración del 4-8% de carbohidratos como la glucosa o la maltodextrina es lo más recomendable. La temperatura ideal es “fresquita” (entre 15-22ºc). Iso Carbo de Victory Endurance cumple ampliamente estos requisitos. Si el ejercicio se va a prolongar más de una hora consume además productos ricos en hidratos de carbono con poca grasa y fibra.  Los geles Energy Boost y Energy UP o las barritas Nature´s Energy Bar son una buena opción.

Si practicas una disciplina de ultrafondo el contenido en sodio de la bebida es fundamental. Este mejora el sabor de la bebida y minimiza la deshidratación previniendo la hiponatremia. Toma dos cápsulas de Salt Caps por hora a partir de la tercera hora de ejercicio.

Después del ejercicio: Es importante comenzar la ingesta de líquido lo antes posible, especialmente si en los próximos días tienes un entrenamiento importante o competición. Ten en cuenta que en la fase de recuperación la sudoración persiste y además hay pérdida de líquidos obligada a través de la orina. Esto implica que para lograr una rehidratación total es necesario reponer una cantidad de líquido mayor al perdido (alrededor de un 150%).

Como conclusión, la hidratación es un factor fundamental para mantener un rendimiento adecuado y optimizar la recuperación. Los líquidos son indispensables antes, durante y después de la actividad física. De esta manera conseguirás exprimir tu máximo rendimiento, prevendrás complicaciones derivadas de la deshidratación y evitarás lesiones.

 

Reforzá tus lumbares

No esperes a que te duela la zona lumbar para preocuparte por ella. Trabajala con unos cuantos ejercicios como los que te proponemos.

La región lumbar forma parte del core, ese bloque funcional del tronco por el que pasan fuerzas y cargas.

Si bien en la natación es donde menos estrés recae en la región lumbar, es posible que personas con una técnica deficiente en la respiración presenten molestias, al elevar la cabeza en exceso, el cuerpo compensará con un arqueamiento excesivo de la zona lumbar.

En la bici sí que comienza a sufrir la región lumbar. La posición de flexión sobre la bici provoca un acuñamiento del disco que tiende a proyectarse hacia atrás, en el momento en que los anillos fibrosos se encuentren dañados, puede provocarse una hernia de disco presionando a algun nervio y provocando dolor.

Pero sin duda, es en la carrera donde la zona lumbar se lleva su peor castigo.

Los contínuos impactos provocan roturas por estrés tanto del cuerpo vertebral como de los anillos de fibrocartílago del disco.

El mejor remedio es la prevención. Un adecuado acondicionamiento de la musculatura de esta zona del tronco ayudará a proporcionar mayor estabilidad y reforzará las estructuras vertebrales. Sin embargo, no nos sirve cualquier tipo de ejercicio. En ocasiones un incorrecto entrenamiento de estos músculos es el responsable de la alteración. Analicemos la situación del triatleta y sus necesidades a la hora de elegir los mejores ejercicios.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los músculos de la región lumbar tienen una función estabilizadora y que además actúan en sinergia con el resto de músculos del core, por tanto necesitamos aplicar ejercicios de estabilización donde el control postural cobre cierta relevancia y que además involucremos al resto de músculos del tronco como sinergistas en la acción de estos músculos posteriores.

Si prestas atención, cuando nadas, pedaleas o corres, no estas realizando extensiones lumbares o inclinaciones laterales, sino que prácticamente la región lumbar apenas se mueve. Su función es estabilizar, manejar fuerzas para contrarrestar movimientos de inercia y rotación. Los músculos de la zona se contraen contínuamente en rangos de movimientos muy limitados, proporcionando ajustes continuos a la posición para una correcta mecánica y protección de las estructuras internas.

EJERCICIOS PARA ESTABILIZAR

Son sin duda los ejercicios que más importancia tienen para aplicar en tus sesiones específicas ya que además de trabajar la fuerza, mejoran el control postural involucrando a todo el core.

 

FORTALECER Y ESTIRAR

Para mejorar la fuerza, agregá sobrecargas a tus ejercicios pero sin olvidar el carácter funcional.

No dejes de estirar

No hay ni un solo entrenador que no aconseje estirar antes y después de cada entrenamiento. Sin embargo es un aspecto que siempre relegamos. El problema es el de siempre: la falta de tiempo.

No te excuses en las prisas para dejar de estirar antes y después cuando vayas a entrenar.

Entre las múltiples ventajas de los estiramientos es que da calidad y alarga nuestra vida deportiva. Es algo demasiado serio como para no dedicarle el tiempo que se merecen.

LO QUE DEBÉS DE SABER DE LOS ESTIRAMIENTOS

Se debe saber que el tiempo recomendado para realizar cada uno de los ejercicios de elongación es de 10 a 15 segundos por músculo, mientras que el tiempo designado a cada sesión de estiramientos varía entre los 5 y 8 minutos. Para los ejercicios posteriores al deporte es importante evitar que el músculo se enfríe, ya que podría dañarse.

1. Existen tantos ejercicios de estiramientos como músculos tenemos, pero no todos los ejercicios sirven para estirar un solo músculo, de hecho, lo normal es que con un ejercicio estiremos varios músculos o una cadena muscular.

2. Movilidad articular: es el rango de movimiento posible alrededor de una articulación. Entra en juego los ligamentos, tendones y todas las estructuras que componen una articulación, también las óseas.

3. Elasticidad: es la capacidad de alargar y elongar estructuras musculares.

4. Flexibilidad: engloba a la movilidad articular y la elasticidad muscular.

5. Métodos de entrenamiento de la elasticidad activos: los que hacemos “solos”.

6. Métodos de entrenamiento de la elasticidad pasivos: los que nos hacen “otros”, en parejas, o los que nos hacen en kinesiología.

7. Formas de estirar: Manteniendo la posición. Se emplea para calentar y recobrar la elasticidad perdida durante la sesión de entrenamiento.
Las características del calentamiento y estiramiento son: intensidad leve con realización continua y progresiva, hasta lograr una adaptación acorde a la magnitud del entrenamiento que se realizará.

Antes de empezar a entrenar

Durante esta etapa, los movimientos deben ser cuidadosos para que, de a poco, el músculo vaya aumentando de temperatura y logre estar listo para un ejercicio más intenso.

1. Ejercicios de movilidad articular, desde el cuello hasta los pies. Con especial interés en los ejercicios de piernas y pies:

Rotación de la cintura y cadera
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Rotación de tobillos
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Rotación de hombros
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2. Ejercicios de elasticidad muscular activos, mantenido la posición durante 10 – 15 segundos

Elongación de cuádriceps
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Elongación de isquiotibiales
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Elongación de gemelos
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Elongación de aductores
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Elongación de psoas ilíaco
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Elongación de glúteos
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Después de entrenar

Las actividades de elongación posteriores al entrenamiento sirven para eliminar las tensiones que se producen durante el entrenamiento, contribuyen a la buena circulación y reducen el dolor muscular. Además, lo prepara para su fase de regeneración y equilibra las fibras.

1. Ejercicios de elasticidad activa, manteniendo la posición durante 12-16 segundo, los mismos grupos musculares que antes, pero se puede variar cambiando el ejercicio.

2. Ejercicios de elasticidad pasiva, por parejas, manteniendo la posición durante 10-15 segundos. Haciendo hincapié en aquella musculatura más “dolorida” o “cargada”.

3. No olvides trabajar la flexibilidad de los tobillos: movilidad articular y elasticidad muscular. Este es un problema que los atletas-corredores tienen y que descuidan siempre.

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Los tres pilares del entrenamiento

La aplicación de estímulos físicos y psíquicos con el fin de provocar adaptaciones, la nutrición y el descanso son el triángulo mágico para una adecuada preparación física.

En esta nota intentaremos explicar el significado de la palabra entrenamiento. Se la podría definir cómo aplicar estímulos físicos y psíquicos con el fin de provocar una serie de adaptaciones fisiológicas en el organismo que nos llevarán a un máximo estado físico. Aunque quizá habría que añadir algo más a la definición con el fin de incluir otros dos pilares fundamentales en el entrenamiento, como son la nutrición y el descanso.

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Muchas veces las planificaciones de entrenamiento fracasan por no tener en cuenta estos dos últimos pilares, no sólo merma tu progresión física, sino que lo mas grave viene cuando se termina con problemas de salud por haberlos descuidado. Y un sobreentrenamiento viene acompañado en más de una ocasión por anemia, una baja importante de defensas y un excesivo cansancio muscular. En todos estos problemas, la nutrición y el descanso tienen mucho que ver para no terminar así. Con unas mínimas pautas a tener en cuenta, no llegaremos a esos extremos.

APLICACIÓN DE ESTÍMULOS

Estímulos en sí son las cargas de entrenamiento: volumen e intensidad. Un determinado número de horas de entrenamiento y a una determinada intensidad que van a provocar en el interior de tu organismo una serie de adaptaciones. Cada cualidad física aporta unas prestaciones que, una vez que se asimilan los distintos estímulos que has ido aplicando, te aportarán un mejor estado físico.

Por ejemplo, un triatleta que se preprada para un 70.3 o un ciclista que se prepara para competir en pruebas de fondo necesita desarrollar determinadas aptitudes que nada tienen que ver con uno que participa en pruebas que pocas veces superan las dos o tres horas de duración.

– Dependiendo de la intensidad a la que vayas segregarás más o menos lactato.

– En función de la cantidad de lactato será conveniente descansar más o menos

– Según la intensidad consumirás un sustrato u otro (grasas o glucosa/glucogeno).

Lo anterior está relacionado con la nutrición y suplementación posterior. Incidir en determinadas fibras musculares con un entrenamiento de resistencia ofrece muchas posibilidades a un Triatleta/ciclista. Por eso es tan importante  un entrenamiento de resistencia aeróbica durante la base. Por un lado aumentas la efectividad y capacidad del metabolismo aeróbico y además aumentas la reserva muscular de los depósitos de glucógeno para que cuando te toque ir rápido puedas hacerlo a intensidades más elevadas.

LA NUTRICIÓN

los_tres_pilares_del_entrenamiento_04La nutrición es pieza básica para conseguir cualquier objetivo. Tanto en el desarrollo de la práctica deportiva como antes y después de la misma. El entrenamiento debería comenzar y terminar en la mesa. No salir a entrenar con unos depósitos musculares llenos de glucógeno cuando el entrenamiento que debes realizar es intensivo o de varias horas de duración, supone un entrenamiento mal aprovechado porque no podrás exigirte a fondo y el estrés físico que requería dicho entrenamiento no será suficiente. La hidratación es parte muy importante en el rendimiento y que incluimos dentro de lo que consideraríamos nutrición. De hecho, en la mayor parte de las salidas, por la duración de las mismas, la caramañola debería ir con bebidas isotónicas, que además de sales contienen alimento. Si de por sí en un entrenamiento exigente hay que sufrir, si no te alimentas, el sufrimiento puede ser mayor y no conseguir el objetivo.

Del mismo modo, al llegar de entrenar hay que recargar lo consumido o recuperar lo destruido. Ya sea a nivel hepático, muscular o en ambos casos. Por ejemplo, un entrenamiento de tres horas en ayunas a intensidad por debajo del umbral aeróbico requiere una menor recarga de carbohidratos que un entrenamiento de las mismas horas a una intensidad del 70%-80% de la frecuencia cardiaca máxima. Sin embargo, para este último tipo de entrenamiento la recuperación muscular con proteína de calidad requiere un mayor interés, a diferencia del otro. Ya no sólo las cantidades, sino que las calidades de las proteinas y los carbohidratos responsables de rellenar de nuevo los depósitos musculares también son importantes.

Otro dato no menos importante a tener en cuenta es el momento de la recarga porque se dispone de un tiempo precioso inmediatamente despues de entrenar, conocido como la ventana anabólica, en la que el músculo capta y almacena más cantidad de glucógeno que transcurrido un tiempo.

Cada entrenamiento, en función de su intensidad y su duración, requiere un aporte u otro de los distintos nutrientes con el fin de recuperarte adecuadamente.

EL DESCANSO

los_tres_pilares_del_entrenamiento_03El descanso es otro de los pilares fundamentales, la clave para mejorar el estado físico y progresar es ir aplicando sucesivos fenómenos de supercompensación. Cuando sometes al organismo a un estrés importante, necesita un tiempo mínimo para recuperar. Si le das el descanso suficiente, te lo recompensará porque te dará más armas para soportar el siguiente entrenamiento a mayor intensidad que el precedente. Si no le das ese tiempo de descanso e insistes en entrenamientos intensivos, no sólo no mejoraras en estado físico sino que retrocedes.

Hay momentos de la preparación, en particular en el último mes de base, en el que las intensidades a pesar de ser aeróbicas requieren mucha glucosa y, en caso de no aportarla en la dieta con los suficientes carbohidratos, origina que se vayan encadenando entrenamientos con dificultad para subir las pulsaciones.

Cuenta siempre con el descanso porque el hecho de que no te duelan las piernas, porque sólo vayas hacer un par de horitas o porque hace un día de sol y no te vas a quedar en casa, hay procesos orgánicos que no saben de eso. Ellos sólo saben que deben regenerarse. Seguí estos consejos para no verte sobreentrenado.

Si te notas especialmente cansado, no fuerces. Es preferible que ese día hagas un regenerativo o te vayas a casa. Y al día siguiente tomate las pulsaciones al despertar. Si superas por diez pulsaciones las que tienes habitualmente, descansa o regenera.

Utiliza cada nutriente para recuperar. Carbohidratos para recargar los depósitos, proteína para reconstruir la fibra muscular, agua para rehidratar y almacenar el glucógeno y grasas, en particular Omega-3, para recuperar. Sin olvidar frutas y verduras que contienen vitaminas y minerales.

Los principios del buen ciclista: cómo lograr un buen estado físico a su debido tiempo

El ciclista de hoy en día dispone de una gran cantidad de información en todo lo relacionado con el entrenamiento, aunque muchas veces un exceso de ella puede llegar a confundir si no se sabe discernir lo adecuado y efectivo.

Si nos centramos en lo estrictamente técnico, a la hora de entrenar, lo que se trata es de intentar extraer o explotar al máximo las aptitudes que puedas tener. Pero realmente: ¿qué es entrenar?

Podríamos definir que entrenar es aplicar estímulos físicos y psíquicos con el fin de provocar una serie de adaptaciones orgánicas que nos llevarán a alcanzar un máximo rendimiento y/o mejor estado fisico. Y si lo planteamos bien, este maximo rendimiento coincidirá con el momento en que más lo deseamos.

A partir de aquí podemos buscar cualquier tipo de referencia para entrenar, como podría ser la frecuencia cardiaca, la potencia o las sensaciones.

Pero independiente de la referencia que utilices, nunca debes olvidar que cualquier plan de entrenamiento que se precie estará basado en una serie de principios fundamentales o leyes del entrenamiento.

Vayamos por partes y hagamos una reflexión de lo que somos o de lo que podría ser un grupo de ciclistas. Extrae tus propias conclusiones del siguiente relato e intenta racionalizar si actuaciones así pueden llevarte lejos, siempre y cuando estés interesado en avanzar en el ciclismo. Piensa si realmente tienen una base o fundamento sin olvidar que nuestro motor no es como el de un profesional.

UN DOMINGO CUALQUIERA

02Sábado invernal de lo que debería ser un período de base. Salida de un punto equis a las ocho y media de la mañana. La semana pasada dijimos que íbamos a ir más despacio… Llega el momento de trabar y comenzar a pedalear. Esperamos hasta alejarnos un poco del la parte mas transitada y aprovechamos a intercambiar unas palabras con los compañeros que no hemos visto en toda la semana. Porque una vez alejados del tráfico, sin saber cómo y por qué, empieza el principio del fin y ya vas en fila de a uno.

Se acabaron las relaciones humanas. Las pulsaciones por las nubes. Intentás asomar la cabeza para poder ver al que va tirando y, ¡eureka! Acertaste, es el que te imaginas. Su nombre: el de siempre. Deberías ir a ciento treinta pulsaciones pero de ciento sesenta no bajás. En un par de kilómetros alguien dice por detrás: “¡Fulano se queda!”. Y lo que debería ser una sugerencia suplicando clemencia y traducida en una reducción de velocidad, más bien es una evidencia. No aflojan, y si te descuidás aceleran más y Fulano está sentenciado: se queda.

Bueno, y así podríamos seguir enumerando situaciones que no terminan bien hasta el momento de reagruparnos y media vuelta por donde habías venido y más de lo mismo. En definitiva, al llegar a casa agotado, con las pulsaciones medias superando por mucho las que deberían haber sido durante una salida de pretemporada y en una sola mañana has trabajado fuerza resistencia, velocidad resistencia, intensidad aeróbica, potencia anaeróbica láctica, etc. de todo, menos trabajo aláctico porque no has esprintado. Que pena, porque de haberte dado cuenta casi podrías haberlo hecho y de paso hubieses tocado todas las cualidades físicas en una sola mañana..

Convertir cada salida en una competición desde el principio de temporada no es ningún método. Más bien es la mejor forma de conseguir un estado físico que durará muy poco en el tiempo. Los motivos, como ahora veremos, radican en una mala aplicación de una serie de principios.

INDIVIDUALIZACIÓN

03De aquí podríamos extraer el primero de los principios del entrenamiento: Principio de individualización. Las referencias para entrenar son válidas para cualquier individuo siempre que se apliquen adecuadamente. Si mil ciclistas están en la línea largada de una carrera, cada uno de ellos habrá debido aplicar un plan adecuado a sus características individuales. La edad, sexo, la actividad laboral, obligaciones familiares, sociales, poder de recuperación, aptitudes, actitudes, imprevistos, etc., influirán directamente en el diseño del entrenamiento. Y hay métodos que por muchos motivos, pero en especial debido a determinadas aptitudes, capacidades físicas y psíquicas, no son aplicables a todos los ciclistas.

Cualquier plan de entrenamiento debe estar siempre pensado para posibles modificaciones que se adapten a tus particularidades. Las técnicas de entrenamiento requieren flexibilidad. Tienen que planificarse para soportar tu ritmo de vida, no sólo del entrenamiento. El ritmo total incluye el trabajo, la familia y el estudio. No se puede separar el entrenamiento del resto de los aspectos de tu vida.

Por lo tanto, no intentes seguir un plan diseñado para otro compañero, porque además de que no te garantiza los resultados, estarás corriendo un riesgo de lesionarte o sobreentrenarte.

Una salida como la descrpita anteriormente, consigue que a nivel interno hayas provocado un desequilibrio importante y del que el organismo tiene que recuperarse. No le queda otra, si quiere sobrevivir y evolucionar en futuras situaciones similares o más exigentes. De ahí que vaya a generar en exceso de todos aquellos recursos que ha utilizado para intentar darte el gusto y que puedas mejorar cada semana. Esto es gracias al fenómeno de supercompensación. Sucesivos fenómenos de supercompensación harán que consigas llegar a un óptimo estado físico. Pero esta ganancia no es infinita y tiene un techo. Si desde el principio de temporada comienzas a realizar salidas intensivas o entrenamientos cualitativos, en efecto mejorarás. Pero como supuestamente tu estado físico no es el adecuado porque deberías venir de una transición o un parate vacacional, esos fenómenos de supercompensación crecerán sobre una base demasiado pobre. Lo que quiere decir que en un par de meses habrás adquirido un estado físico que es falso. Por lo tanto, resulta preferible que vayas poco a poco y los esfuerzos sean progresivos. No debes olvidar que todas las adaptaciones que se adquieren en un lapso de tiempo prolongado duran más y se pierden con mayor dificultad que las adquiridas en un lapso de tiempo corto. En definitiva, que lo que rápido se gana, rápido se pierde.

PROGRESIÓN Y REVERSIBILIDAD

Por lo tanto, mejor aplicar otro principio como es el de Progresión y que hace referencia al modo que debes ir aplicando los esfuerzos o estímulos en el entrenamiento, con el fin de ir produciendo las modificaciones necesarias en nuestro organismo y poder aumentar el rendimiento. Independientemente del periodo en que nos encontremos de la preparación, debe aplicarse dicho principio pues de no ser así corremos el riesgo de retroceder, como más tarde veremos.

Si estás en el periodo de acondicionamiento general, a lo que debes prestar más atención es al progreso del volumen y dejar la intensidad a un ritmo secundario. De lo contrario no asimilarás ni una cosa ni la otra. ¿Nunca te pasó que tras una salida excesivamente larga y algo más intensa para lo que estabas preparado, se tradujo en un posterior mal descanso nocturno o en un malestar general? Simplemente es que no has asimilado dicho esfuerzo porque no has llegado a él de forma progresiva a lo largo de las semanas. Esto es típico en aquellos que hibernan a lo largo de estos meses de frío y cuando llega primavera quieren ponerse al día excesivamente pronto.

Y la consecuencia de no aplicar el principio de progresión es que llegaríamos a un estancamiento por falta de estímulos que nos hagan ir acumulando  adaptaciones. Un estímulo mayor no tiene por qué ser una serie más intensa. Un volumen mayor de horas o minutos ya es un incremento y estímulo al que el organismo se deberá adaptar.

Por eso, aquellos que siempre realizan los mismos entrenamientos, mismas salidas y con falta de estímulos apropiados, llegarán a un punto que se estancarán en su rendimiento y seguidamente comenzarán un retroceso.

Por ejemplo, una misma salida terminará costándote más tiempo realizarla, con peores sensaciones, recuperaciones y todo ello debido al Principio de reversibilidad. Un principio que también entra en acción cuando cesamos los entrenamientos o tras un periodo competitivo y habiendo disfrutado de un pico de rendimiento. Va a llegar un punto en el que nuestro organismo comienza a no asimilar los mismos esfuerzos y termina retrocediendo. Por ello comentábamos que un rendimiento que se ha adquirido tras una base pobre, se perderá excesivamente rápida.

CONTINUIDAD Y UNIDAD FUNCIONAL

Algo que también está muy relacionado con los principios ya expuestos, y en especial con el de sobrecarga o supercompensación, es el Principio de continuidad en los estímulos. Una salida en bicicleta como tal ya es un estímulo, independientemente de la intensidad. Pero además de aplicar la progresión antes descripta, debe hacerse con la continuidad necesaria para que sea efectiva. Es decir, con dos días a la semana difícilmente vamos a poder adquirir un rendimiento aceptable.

La continuidad con la que debemos aplicar los esfuerzos para la progresión deberá ser lo suficientemente importante como para causar un desgaste notable en nuestro organismo. Después de la recuperación nuestro organismo estará preparado para soportar más carga. Con ello lo que vamos haciendo es aumentar nuestro umbral de sufrimiento.

¿Con qué continuidad se deben aplicar los esfuerzos para que puedas ir progresando?

Siempre con el tiempo necesario para que nuestro organismo se haya recuperado del esfuerzo aplicado. Por eso también al principio de temporada, como no estás en forma, es mucho más prolongado el tiempo de recuperación y si agregás otro esfuerzo demasiado pronto, además de no progresar o hacerlo mínimamente, corrés el riesgo de sobreentrenarte, sobre todo si insistís.

Si dejás mucho tiempo entre dichos entrenamientos intensivos no conseguirás adaptaciones y no progresarás. Solamente se consigue progresar cuando vas aplicando los esfuerzos en el momento apropiado.

Y para finalizar, otro principo a tener en cuenta es el Principio de la unidad funcional. Por decirlo de algún modo aunque suene algo extraño, a nivel individual somos un equipo. Esto quiere decir que nuestro sistema muscular, cardiovascular, nervioso, neuronal, y en definitiva nuestro organismo, debe apoyarse conjuntamente para aportar la demanda que solicitas cuando empujamos mas.

Dos ejercicios básicos para los brazos

Desarrollá fuerza y resistencia al mismo tiempo que reducís el riesgo de sufrir una lesión.

Como al entrenar cualquier parte del cuerpo, hay que empezar con una entrada en calor. Antes de meterse en la rutina de entrenamiento se recomienda la ejecución de una serie de estiramientos dinámicos y el uso de una ligera resistencia.

Entrenar los brazos para rendir en triatlón es similar a entrenar otras partes del cuerpo, donde el esquema de series y repeticiones debe orientarse al desarrollo de fuerza y resistencia. Recordá que tanto el ciclismo como la carrera a pie se ven afectados por la relación peso/potencia del triatleta y por tanto se recomienda realizar dos o tres series de 10 a 15 repeticiones para los ejercicios propuestos. Dado que la recuperación es tan importante al entrenar para tres disciplinas deportivas, pasarse con un sólo componente puede tener un efecto negativo en otras áreas.

1. FLEXIONES DE BRAZOS

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Ejecución:
1. En posición boca abajo, disponer las manos ligeramente menos separadas entre si que la anchura de los hombros, con los dedos apuntando hacia delante.
2. Extender el cuerpo de manera que la columna vertebral esté estirada. Sostener el tren inferior sobre las puntas de los pies, con las piernas extendidas y bloqueadas. Mantener la cabeza en posición neutra, alineada con la columna.
3. Bajar el cuerpo lentamente y bajo control hasta que el pecho esté a entre 2 y 5 cm del suelo. Mantener los brazos cerca del cuerpo.
4. Presionar con los brazos para ascender lentamente y bajo control, manteniendo una posición corporal recta, hasta que los codos estén casi bloqueados. Repetir durante el número de repeticiones deseado.

→Músculos implicados:
Agonistas primarios: Tríceps braquial, pectoral mayor.
Agonistas secundarios: Pectoral menor, fascículo anterior del deltoides, ancóneo.

Aplicación al triatlón:
Las flexiones de brazos se consideran el ejercicio rey del fortalecimiento del tren superior. Son fáciles de realizar, no requieren ningún equipamiento y son muy efectivas para producir resultados, mejorando tanto la fuerza como la resistencia de la musculatura del tren superior. Variando la posición de las manos en el movimiento que se describe, el triatleta puede centrarse en activar grupos musculares ligeramente diferentes.

02En este ejemplo de flexiones de brazos con apoyo cerrado el énfasis se pone en el tríceps, un músculo muy empleado en natación (y también en ciclismo). En la brazada de crol, gran parte de la propulsión hacia delante del triatleta se produce en la fase de extensión final de la brazada. En ese momento, un tríceps fuerte podrá propulsar la mano a través del agua con más fuerza, provocando un ritmo de natación más rápido.
Desarrollar la fuerza de los brazos puede facilitar la seguridad mejorando el manejo y estabilidad sobre la bicicleta también. Un tríceps fuerte ayuda al triatleta en el tramo de ciclismo a sostener su peso corporal sobre la parte inferior del manubrio para esprintar o ir más acoplado. También en posición de larga distancia, sobre los acoples, se consigue estabilizar el tren superior.

2. TRACCIÓN DE CROL CON GOMAS DE RESISTENCIA TUBULARES EN FLEXIÓN DE TRONCO

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Ejecución:
1. Elegir unas gomas de resistencia tubulares adecuadas a tu nivel actual. Fijarlas a un objeto inmóvil, como por ejemplo una máquina de pesas o algún elemento que aguante la tracción. Las gomas deben estar ancladas cerca de la altura de la cintura. Agarrar los extremos de las gomas con las palmas de las manos mirando hacia atrás tuyo.
2. Dar un paso atrás respecto al anclaje para crear tensión en las gomas. Ponerse de pie con los pies separados y la anchura de los hombros y las rodillas ligeramente flexionadas.
3. Flexionar el tronco por la cintura, de manera que el tren superior quede casi paralelo al suelo. Estirar los brazos por encima de la cabeza, como si estuvieras entrando en el agua en la primera fase de la brazada de crol.
4. Usando ambos brazos a la vez, tirar hacia atrás con los codos ligeramente elevados (codos altos) y flexionados, activando los músculos del pecho y la parte superior de la espalda.
5. Cuando las manos lleguen a la cintura, extender los antebrazos hacia atrás contra el aumento de resistencia que generan las gomas estiradas, centrándose en el tríceps y casi bloqueando los codos en una posición totalmente extendida.
6. Regresar a la posición inicial de manera controlada contra la resistencia de las gomas elásticas y repetir. Realizar entre tres y cinco series de 10 a 15 repeticiones.

→Músculos implicados:
Agonistas primarios: Dorsal ancho, pectoral mayor, tríceps.
Agonistas secundarios: Porción inferior del trapecio, redondo mayor.

Aplicación al triatlón:
La tracción de crol con gomas de resistencia tubulares en flexión de tronco, conveniente y específico para el movimiento de crol, debe ser un ejercicio báscio para el triatleta que tiene una vida ocupada, con problemas para encontrar suficiente tiempo para ir a la piscina, así como para el triatleta que desea complementar su entrenamiento de natación.

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